El rol estratégico de las FF. AA. en la Antártida: la transformación de Petrel
- Pizarro Romero, David (UNAHUR)
Nuestra Nación debe mirar al Atlántico Sur. No mirarlo y descuidar los intereses que tenemos en dicho mar sería un error que sin dudas puede afectar incluso nuestra existencia como Nación. En esta mirada al sur el objetivo siempre fue claro: lograr la cohesión territorial y la integración de las tierras al sur de Tierra del Fuego.
La República Argentina tiene un reclamo justo y verdadero sobre el territorio antártico. Los argumentos que sostiene el Estado argentino son de carácter histórico, jurídico y geográfico, son el asidero para evitar que el reclamo soberano se deslegitime y diluya.
Gran parte de la importancia de la Antártida radica en que se presenta como una llave de acceso y salida al Atlántico Sur y al canal bioceánico Atlántico-Pacífico. Por consiguiente, quien establezca el control del territorio antártico, puntualmente en el sector que reclama la República Argentina, dominará el Atlántico Sur. Asimismo, tendrá control estratégico sobre recursos vitales y ejes de comunicación también estratégicos.
El país opera siete bases permanentes: Orcadas (1904), Belgrano II (1979), Esperanza (1952), Carlini, ex Jubany (1953), Marambio (1969), San Martín (1951) y desde el 2022 Petrel (entre 1976 y 2021 funcionó como base temporal). Existen, además, seis bases temporales: Brown, Cámara, Decepción, Matienzo, Melchior, y Primavera. Dichas bases se utilizan principalmente para la actividad científica, dirigida por el Instituto Antártico Argentino dependiente de la Dirección Nacional del Antártico bajo la órbita de Cancillería. Las Fuerzas Armadas tienen para el país un rol fundamental en la política antártica. A través del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) llevan adelante la actividad de apoyo logístico antártico por medio de la planificación y posterior desarrollo de las campañas antárticas. Hoy el eje de su trabajo pasa por la transformación de la base Petrel en un nodo logístico que permita centralizar el transporte de medios materiales y humanos. Mi trabajo se centra en demostrar los trabajos que se han hecho en los primeros dos años desde la conversión de Petrel a base permanente y las vicisitudes que los hombres que han invernado allá han encontrado en su día a día.
A los antárticos les gusta repetir que no se puede amar lo que no se conoce ni defender lo que no se ama. Son los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas quienes nos permiten al resto de los ciudadanos argentinos conocer nuestro territorio más austral, valorarlo y aprovecharlo. Transformar Petrel en una base permanente sigue el camino que la Argentina ha iniciado hace más de 120 años, apuntar a ejercer la soberanía en la porción del Atlántico Sur que le corresponde. Además, la BAC Petrel es un fin en sí mismo ya que fortalece nuestra posición frente al Reino Unido, a Chile y a los demás estados firmantes del Tratado Antártico, y en el plano local centralizará los transportes de cargas y pasajeros, abaratará costos y ayudará a lograr una mejor calidad de vida para los hombres y mujeres que estando aislados y en condiciones adversas siguen llegando al continente blanco para hacer Patria.