En el presente trabajo propongo un análisis sobre las continuidades en las políticas y discursos educativos entre las distintas etapas de gobiernos neoliberales post dictadura cívico-militar de la década del ’70.
En clara correspondencia con los procesos que, desde hace varias décadas vienen desarrollándose en otras áreas laborales (individualización de tareas, estrategias de implicación, flexibilización, tercerización) tendientes a cercenar derechos laborales conquistados y a eliminar, reducir y/o desacreditar las formas de representación y organización colectiva sindical; en cada momento de gobiernos neoliberales (en los ’90, en 2015-2019, y actualmente) el trabajo docente es puesto en cuestión y aparece como blanco de políticas y propuestas que buscan reducir el control sobre los procesos de trabajo, así como disciplinar y quebrantar toda forma de organización en defensa de los derechos laborales.
En el actual gobierno de La libertad avanza, junto a aliados de otros partidos que gobernaron en anteriores etapas neoliberales, se retoma la intención de declarar como servicio esencial a la educación. Esto, junto a la reinstalación -durante la campaña electoral- de la noventosa propuesta de los vouchers escolares; las incitaciones oficiales a que los padres y estudiantes denuncien formas de adoctrinamiento presentes en las aulas, el desfinanciamiento de la educación pública, y las reactualizadas formas de persecución y estigmatización de los representantes gremiales, aparecen como ejes centrales de la política educativa.
En principio buscaré identificar correlaciones entre los cambios recientes en el mundo del trabajo en general descriptos por autores como Boltansqui y Chiapello (2002); Antunes (1999); Sennet (2000); Castel (2010); Battistini (2004); Henry (2013); Abal Medina (2004); Menéndez (2019); Grigera (2021); y las “recomendaciones” de los Organismos Internacionales tendientes a modificar las condiciones de trabajo de lxs docentes, así como las medidas de política educativa -y los discursos- de impronta neoliberal desplegados en las últimas décadas en Argentina. En este caso, recurriendo a análisis de autores como Di Pol (1987); Gentilli (2003); Feldfeber y Gluz (2011); Carli (2017); Indart (2022); entre otros.
Luego abordaré los efectos de estos cambios en las nuevas condiciones de subjetivación, atravesadas por los cambios tecno-comunicacionales, sociales y políticos. Los trabajos de Han (2014); Saidel (2016); Scaletta (2017); Pujol (2013), Morengo y otros (2013), Arango Tobón y otros (2021); guiarán este propósito.
Finalmente, asumiendo el trabajo de la docencia desde el concepto de trabajo educativo (Vázquez), desarrollaré algunas líneas posibles para pensar la forma de organización del trabajo docente, las características de los diferentes puestos y procesos de trabajo, así como los argumentos que pueden definir – y defender- el valor de dicha tarea. Serán fundamentales en este sentido, los aportes de Vázquez (2023); González (2009); Barrera (2023), entre otros autorxs.
(…) Hablar de trabajo educativo permite no tomar “la parte por el todo”, segmentando la mirada en los puestos, los procesos y las condiciones de trabajo de los docentes, sino contemplar la institución escuela como una forma histórica de organizar la manera de producir la transmisión sistemática del conocimiento y la cultura en una sociedad determinada (Vázquez; 2019; pp 27)