El presente estudio surge en el marco del Proyecto de Investigación Consolidado 04-1623 (PROICO) denominado Relaciones Intergeneracionales en Escuelas Secundarias Ubicadas en Diferentes Contextos de la Ciudad de San Luis: Un Abordaje Etnográfico, radicado en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis. A partir del mismo, se realizó un trabajo de campo en una escuela secundaria de la Ciudad de San Luis (a la que denominamos El Argentino para resguardar su anonimato) que dio lugar a distintos emergentes, entre ellos al que indagaremos en este trabajo, referido a los procesos de participación institucionalizada de los y las estudiantes.
En el año 2019 la Legislatura de la Provincia de San Luis sancionó la Ley N° II-1010-2019, en la que establece en su artículo 1 que “el Estado Provincial debe garantizar y promover la creación de organismos de representación bajo la forma Centros de Estudiantes, en todos los establecimientos educativos con Nivel de Educación Secundaria de la provincia”. Posteriormente, esta ley fue reglamentada por el decreto 4230 del Ministerio de Educación, en el que se fijaron los procedimientos para la efectiva conformación de los Centros de estudiantes. La elaboración y ejecución de estas normativas fue llevada a cabo por la Secretaría de la Juventud del Estado Provincial, quien fue la encargada de reunirse con estudiantes, docentes y directivos de las escuelas.
En el marco de esta política pública, en el año 2022 se creó el Centro de Estudiantes y el Cuerpo de Delegados en El Argentino. Durante el trabajo de campo etnográfico, docentes y estudiantes refirieron de manera reiterada a distintas circunstancias vinculadas al proceso de concreción y desarrollo de estos ámbitos de participación: la dificultad, enunciada desde docentes y directivos, de involucrar a las y los estudiantes en su concreción; las tensiones y “persecuciones” que generó en “el mundo adulto” de la institución, especialmente en las y los docentes; la legitimidad y/o ilegitimidad del Centro de Estudiantes desde la perspectiva estudiantil; las posibilidades de “protestar” que habilitó la existencia del cuerpo de delegados/as ante “situaciones de injusticia o arbitrariedad” sentidas por las y los alumnos; entre otros aspectos.
Teniendo como insumo principal los emergentes del trabajo de campo etnográfico arriba referidos, y contextualizándonos en el marco de las normativas vigentes, el trabajo intentará reflexionar sobre los límites y potencialidades de estas instancias de participación impulsadas desde el mundo adulto hacia las y los jóvenes; sobre las posibilidades de re-apropiación y re-significación de estos espacios por las y los estudiantes; y, en términos más generales, sobre los influjos que estos procesos tienen en la configuración de las relaciones intergeneracionales en la escuelas.