En los primeros años de la década de 1970 se consolidó en Argentina una identidad cultural surgida alrededor del movimiento del rock que se producía en el país. En un clima político tenso, mientras las alternativas democráticas eran desplazadas por dictaduras militares, el movimiento del rock argentino desarrolló una cultura juvenil donde sus protagonistas hallaron espacios para la expresión de una estética y una práctica capaces de desafiar el orden cultural dominante. A la vez, con el arribo de la juventud al mercado de consumo de masas vio la luz en Argentina un conjunto de revistas que tematizaron los nuevos estilos musicales derivados del pop y el rock inglés, sus autores, sus intérpretes y las prácticas sociales y culturales que rodearon esta tendencia. Como factor de articulación entre la música y los jóvenes, los medios periodísticos especializados cumplieron un rol decisivo en la difusión y el fortalecimiento de la nueva música. Entre ellos la revista Pelo se destacó por la actualización que mostraron sus críticas, sus entrevistas y la capacidad para vincular el fenómeno local con lo que sucedía en el rock internacional. Este trabajo indaga el rol de la revista Pelo desde su lugar de vínculo social y se la observa como dispositivo que aporta a la configuración de una identidad cultural colectiva. Para esto se analizaron las estrategias discursivas construidas por la revista durante el período 1970 – 1973 para presentar esta identidad cultural. En tal sentido se tomaron herramientas metodológicas que se desprenden del análisis histórico de la prensa, el Análisis Crítico del Discurso y de la Teoría de los Discursos Sociales. Se plantea que la revista Pelo abordó temáticas que fueron más allá de la mera difusión del rock argentino. En sus editoriales, entrevistas, críticas de discos y recitales y el correo de lectores, la revista plasmó las características identitarias de la cultura surgida alrededor del rock argentino. De esta manera, Pelo ubicó a su público más allá del lugar de mero receptor de novedades para persuadirlo a incorporarse al movimiento del rock como un sujeto activo con capacidad de apreciar y establecer valoraciones. Así, desde estrategias de penetración en el mercado asociadas a la comunicación de masas, la revista se adjudicó a sí misma una clara función educadora.