El programa interministerial Cuidarnos en Red surge como política pública a raíz del contexto de encierro provocado por la pandemia de COVID-19, el cual significó un salto cualitativo en la evolución de la digitalización, como así sus problemáticas en el mismo. Este se segmenta bajo tres líneas de abordaje sobre delitos en entornos digitales: la primera línea aborda el aumento de violencia por razones de género en entornos digitales; la segunda línea se centra en situaciones de "grooming" y "ciberbullying" por parte de adultos contra niñas, niños y adolescentes en entornos virtuales, y la tercera línea se enfoca en el aumento de las estafas a usuarios y usuarias bancarizados, particularmente en personas mayores.
El presente ensayo busca analizar el diseño propuesto por Cuidarnos en Red, pretendiendo comprender la toma de posición sobre las cuestiones sociales problematizadas y definidas en políticas públicas. El objetivo del ensayo es proponer, a través del “modelo causal” elaborado por Knoepfel, la construcción de una definición de actores a partir del “triángulo de actores” y de sus correlativas “hipótesis causal” y “de intervención”. La elección del programa se debe a un interés por el abordaje del delito en orden con lo digital, ya que refiere a problemáticas sociales tanto emergentes como transversales. Tal es así, que el programa engloba cuestiones etarias, de género y de niñez en relación a la seguridad en los entornos digitales. Si bien explora una alta variedad de dimensiones y temáticas interesantes, el trabajo se enfoca en el diseño de la política pública. Se propone desglosar el diseño del programa en busca de cuál es la posición tomada por parte del Estado que permitió formular Cuidarnos en Red: de qué manera fue problematizado para construirlo como esta cuestión socialmente problematizada, añadiendolo a la agenda política. Entendiendo que, al saber cómo se problematiza y, en consecuencia, diseña, nos indica cómo se define la cuestión.
Para llevar adelante los objetivos mencionados se utilizó el abordaje del análisis documental, utilizando la información oficial del programa tales como la resolución conjunta, el plan institucional proporcionado por la Guía de Programas Sociales del Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales además de su página web en la que describen el accionar y la organización de la política, junto con noticias de avances en la implementación. El trabajo se estructura en cinco apartados: en primer lugar, se establecerán quienes son los actores públicos, una de las puntas del triángulo de actores, utilizando el modelo de Roffman y Villar para definirlos y categorizarlos. El segundo apartado se enfoca en la identificación del grupo objetivo, la segunda punta del triángulo de actores, mientras que el tercer apartado debate sobre la toma de decisión estatal para definir a los beneficiarios finales. El cuarto apartado identifica la posibilidad de beneficiarios terciarios y, si es así, su posición ambivalente. Por último, la conclusión pretende ver la posición del Estado al problematizar la cuestión a través de la identificación del triángulo de actores.