Como reflejo de las transformaciones sociales la música siempre se ha adaptado a cambios y resistencias a lo largo del tiempo. Este trabajo explora su relación con la tecnología y la cultura, mostrando sus reciprocidades, así como las nuevas formas de experiencia sonora contemporánea. Desde el Manifiesto Futurista de 1909 hasta las innovaciones de John Cage, destacamos cómo los avances tecnológicos y cambios sociales han redefinido la percepción del sonido y el ruido.
Nuestra investigación se articula en torno a cuatro ejes fundamentales. En primer lugar, examinamos los efectos de las innovaciones tecnológicas en la creación y producción musical, desde las primeras vanguardias del siglo XX hasta las prácticas contemporáneas. En segundo lugar exploramos las relaciones entre las nuevas industrias culturales y el consumo y la distribución de la música, estableciendo patrones y estereotipos que se replican en los medios masivos. En tercer lugar, analizamos la percepción del sonido y el ruido integrado a la música contemporánea, desafiando convenciones tradicionales y ampliando los límites de lo que se considera musical. En cuarto y último lugar, abordamos los efectos de cambios sobre la escucha social y los cambios en las interacciones con el entorno sonoro.
Nuestros principales objetivos son examinar la interacción entre música, tecnología y cultura en la sociedad del comienzos del siglo XXI; analizar las formas en que la industria de la música presiona sobre la escucha social y busca establecer y replicar patrones y estereotipos; por último, reflexionar sobre la integración del ruido en la música contemporánea y su impacto en la percepción del entorno sonoro.
Nuestro problema de investigación se apoya en el interrogante básico de cómo influyen las tecnologías y las nuevas industrias culturales en la transformación de la escucha y la percepción sonora en la música contemporánea. Para abordar este problema, realizamos un análisis histórico y sociocultural empleando ejemplos como el de la bossa-nova y las vanguardias musicales del siglo XX. Además, estudiamos la evolución de la música académica, desde las tensiones económicas y culturales hasta los desafíos y posibilidades de los compositores modernos y examinamos los cambios en el paisaje sonoro urbano, así como las respuestas musicales a estos cambios.
Este trabajo traza un mapa de la evolución musical en relación con la tecnología y la cultura, destacando la capacidad de la música para adaptarse, resistir y transformar la percepción del mundo. A partir de estos análisis nuestras conclusiones apuntan a que tanto el consumo como la producción musical ha sido profundamente afectada por las tecnologías emergentes y las nuevas industrias culturales, que crean cánones mientras otras formas musicales resisten y mantienen su identidad distintiva.
Por otro lado, el ruido, anteriormente percibido como una interferencia, ha sido incorporado en la música, transformando la relación de los oyentes con el entorno sonoro. La percepción del ruido y el silencio, entonces, ha sido redefinida desafiando convenciones musicales y resaltando la importancia de los sonidos ambientales.